viernes, 17 de febrero de 2012

In Time

Hace algún tiempo ya, me decidí a ver la última película de Justin Timberlake, más que nada porque me atraía sobremanera el planteamiento que tenía la película. El planteamiento fue tal como describían y para mi es de esas ideas que da gusto ver en una película. Sin embargo, el desarrollo general de la película es cuanto menos bastante... decepcionante.

Pero empecemos por el principio. [OJO: SPOILERS ADELANTE]

Los primeros minutos de película nos describen un mundo en el que la humanidad se ha rehecho a si misma, consiguiendo que el cuerpo envejezca durante 25 años y luego se estanque, pasando la vida a depender de un reloj que, a falta de una alegoría mejor, es la batería de su soporte vital. Al momento de cumplir los 25, el reloj se activa con una cuantía temporal de 1 año. Para prolongar la vida, el tiempo se convierte en la moneda de cambio. Trabajas para ganar tiempo, gastas tiempo para comprar bienes básicos. Si uno lo hace bien, puede llegar a vivir eternamente.

En este mundo, existen importantes distinciones entre los más ricos, que acumulan miles de años, y los más pobres, cuyo reloj difícilmente acumula más de un par de días. Además cada clase social está "confinada" en distritos separados, siendo necesaria para el paso de in distrito a otro diferentes cuantías de tiempo que aumentan conforme el nivel social es mayor.

Justin Timberlake interpreta a un joven que vive con su madre en el barrio más pobre y al que la vida no ha maltratado demasiado. Gana lo justo para ir viviendo día a día. Al menos hasta que una noche encuentra en un bar de la zona a un tipo con más de un siglo en su reloj. Cuando tras salvarlo y quedar dormido, despierta a la mañana siguiente, ve que le ha transferido todo el tiempo y se ha dejado morir porque estaba harto de la vida.

A partir de este momento se centran sobre él las miradas de los mafiosos de la zona pobre, que quieren hacerse con el siglo de vida del tío y los de la policía del tiempo, que sospechan que más que una donación fue un robo. Unido a la muerte de su madre, el protagonista empezará una cruzada personal al más puro estilo Robin Hood. Conseguir el tiempo de los ricos para dárselo a los pobres, ideal que se diluye cuando conoce a la hija del magnate dueño de los bancos del tiempo y se enamora de ella.

Descubierto por la policía y buscado en todos los distritos, toma a la chica como rehén y se fuga para encontrarse que ella está harta del modo de vida de los ricos y se une a su cruzada, asaltando bancos y en general regalando tiempo a los barrios más pobres.

En general el resto de la película transcurre en un agitado ritmo de acción donde deberán encargarse de evadir a la policía del tiempo y pelear contra los mafiosos del barrio pobre, todo para terminar con un final tan desesperado y previsible que, tras las dos horas de película, resulta aburrido y tedioso.

Lo único bueno del filme es la idea del mundo regido por el tiempo como moneda de cambio, que le da una gran puntuación que se ve desmejorada por las continuas fallas de la película, como el forzar algunas escenas para dramatizar la película y apoyemos incondicionalmente al prota, la facilidad con la que una princesa acostumbrada a tener todo el tiempo del mundo pasa a sobrevivir en la miseria sin quejarse ni una sola vez (ya me gustaría a mi ver a los políticos españoles con esa misma actitud) o incluso el final previsible, forzado y tedioso orientado a que todo le salga bien al prota por el mero hecho de que la película gira en torno a él.

Asi que en resumen, película altamente previsible, que al cabo de dos horas te alegras de ver el final y que desmejora la idea central al no saber explotarla.

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