sábado, 25 de febrero de 2012

Tirar abajo Internet

Esta misma semana saltó la noticia de que el grupo activista Anonymous pretendía lanzar un ataque contra Internet, cosa que fue desmentida al día siguiente. Si uno se para a pensar en las dimensiones del ataque que se requiere para conseguir eso, puede llegar a la conclusión de que es un farol, que no hay manera de hacer algo así. Bueno, eso no es cierto.


De hecho, una vez estuvo a punto de lograrse, en 2002.

Internet es una gran red sobre protocolo IP. Para decirlo rápidamente, si sabes la IP de un contenido, puedes acceder a él. Pero tú y yo no buscamos la IP 178.39.61.127, buscamos google.com o wikipedia.org. En su lugar, nuestro navegador, a través de nuestro proveedor de acceso, contacta con uno de los 13 servidores raíz de Internet. Ellos tampoco saben la IP de la web que buscamos, pero son la primera puerta para redirigirnos a los servidores que sí la conocen. Después de una cadena de saltos donde cada vez se va acotando más la búsqueda, encontramos la IP de la web, que nos es devuelta, y podemos ver el contenido correspondiente.

¿Pero qué pasa si esos 13 servidores raíz caen a la vez? Si, Internet se va al carajo. Para lograrlo hay que lanzar un ataque de denegación de servicio magnífico contra todos ellos a la vez. En 2002, sólo 4 de los 13 lograron seguir en pie, mientras que los otros 7 no soportaron el tirón. De haber durado algo más el ataque, que sólo fue de hora y cuarto, hubieran caído igualmente. Si llegan a caer todos, se paraliza por completo el sistema, y un reinicio general no es cuestión de accionar un interruptor, sino que puede llevar días.

La red es más robusta ahora que en 2002 con toda seguridad, aunque sólo sea porque ha tenido que crecer para hacer frente al aumento de tráfico que ha habido en la última década. Tumbar Internet hoy en día es aún más complicado, pero ojo, que no es imposible.

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